lunes, 23 de agosto de 2010

Michell




Si, no sabes quien es Michell, seria mejor que no leyeras lo siguiente, si sos como Mary, bueno sabrán que es la pequeña continuación de la historia que no termino todavía de relatar.
¿Y como fue? me pregunta mi inconsciente

Un día normal, caminando por la misma grisácea acera como todos los días después de discutir mas que solo palabras con mi padre, pensando en la forma de librar a mi madre a y mis hermanas de todo ese sufrimiento que conlleva el simple hecho de estar cerca de él.

Veo también al caminar, a toda esa gente en cierta forma desalineada corriendo desesperadamente para que no lleguen tarde a su trabajo, asimismo paso nuevamente enfrente de ese tipo que simula ser una estatua para ganar unas monedas, al otro lado del asfalto se ve la aglomeración de esas camionetas familiares del año que se detienen enfrente de ese colegio solo para personas que se lo pueden costear; afortunadamente no soy de esas personas.

 
Después de mi recorrido de mas de media hora, llego a mi destino.Una simple escuela de gobierno, nunca supe porque el desprecio hacia esta escuela, podria ser el hecho de que los maestros se fugan de los salones para tener encuentros cercanos con otros profesores o posiblemente el hecho de que hay mas ratas que alumnos en todo el plantel.

Aun así, le tengo cierto cariño a este edificio si se le pudiese llamar edificio puesto que me aleja de todos los problemas de mi hogar, en lo principal esa única estantería de libros que tenia la biblioteca ya que era la única forma de conocer otro mundo aunque fuese solo un pequeño instante.


Lo malo era que todo terminaba al punto de las cinco de la tarde la hora en que se retiraba ese dulce anciano al que todos llamaban Tom aunque realmente el no se llamara de ese modo. ─Deberías irte muchacho, ya es algo tarde y de seguro te estarán esperando en casa─ afirmaba con su voz tan apacible Tom─ Lo dudo realmente, es mas creo que yo deberé de preparar de comer─.


Y en fin, no tuve otra opción que salir del único lugar que realmente amaba hasta ese momento de mi vida y sali nuevamente a las transitadas calles de esta estrepitosa ciudad en la que estaba atrapado, posiblemente sera el añoro que le tengo a una ciudad como México, mas interrumpiendo mis envueltos pensamientos se avecina la realidad. 


Al pasar nuevamente por esa escuela de empresarios y ricos veo a una chica huyendo despavoridamente de esa escuela y pareciese que sin saberlo cruza la calle llena de carros, mas al darse cuenta de donde estaba se congelo casi al llegar al extremo donde me encontraba. No lo pensé ni dos segundos para jalarla hacia mi y por ende salvarla. Mas al hacerlo nunca creí que ella me cambiaría para siempre...


To be continued?... 


domingo, 15 de agosto de 2010

Escondiéndome del final (disculpa a los lectores que alguna vez tuve)

Podría bailar ligeramente, porque no lo hago?


Porque el libre albedrío, ¿porque este ente superior nos dio la capacidad de elegir? Sera acaso que desea ver como caemos en nuestra propia espada. Lo dudo irrefutablemente puesto que si fuese así la mayoria del remedo de  gente no seguiría viva o como quieras llamarle a eso.


Me pregunto el porque del odio, rencor y toda la maldad de este mundo mas ahora, después de todo este tiempo sin nada productivo que hacer, me di cuenta de que no todo es blanco y negro sino una que hay una gran gama de gises, lo malo es que hay mas obscuros que claros en fin creo esto no tiene nada que ver con la entrada mas creo yo... 




En fin una disculpa si he dejado de actualizar el blog o romper mi promesa de escribir quincenalmente mas en el fondo creo no se pudo evitar, esta mascara que debo llevar en la vida real me había absorbido completamente olvidándome de lo que realmente soy, en fin mucha palabrería y comprenderé si me quedo sin comentaristas, ya que yo me lo busque.


Y para finalizar con broche de plata querido publico que quede me gustaria dejar algo de un blog que sigo, se llama palabras maravillosas y bueno realmente son palabras maravillosas


Los suspiros son aire, y van al aire.
Las lágrimas son agua, y van al mar.
Dime, mujer: cuando el amor se olvida,
¿Sabes tú adónde va?
Gustavo Adolfo Bécquer.

No lo encuentras?, deberías de buscar por aquí